viernes, 31 de agosto de 2007

Te amo y no te amo...

¿Podía ser posible que estuviese de nuevo enamorado? ¿O es que nunca había dejado de estarlo?

Fueron tantas las preguntas que tuve que hacerme cuando mi corazón se estremeció al verla de nuevo que por momentos me sentía angustiado y sin consuelo al saber que esa semilla que dejó en mí había crecido hasta hacerme estallar el corazón de una enfermedad que no conocía.

La amaba, la estaba amando de nuevo, nunca dejé de amarla.


Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos la llave de la dicha
y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.

(Pablo Neruda)

Yo huelo a tí

Me persigue tu olor, me persigue y me posee.
No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti,
no es el aroma que llevas como una prenda más:
Es tu olor más esencial, tu halo único
Y cuando ausente mi vacío te convoca,
una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche.
Yo huelo a ti
y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho,
y ese fino aroma me alimenta
y ese aliento esencial me sustituye.
Yo huelo a ti.
Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada
Sin comparaciones, sin metáforas,
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.

Es tan fuerte este amor

Es tan fuerte este amor que me embriaga el alma
que corre por mis venas como un río,
rompiendo mis entrañas con calma
y quemando lo que antes era frío.

Contigo amor, todo ha cambiado en mi vida,
al conocerte, tu boca ha embrujado mis sentidos
tus brazos, que mi cuerpo rodean, son mi guarida
y tus ojos me han robado el alma como bandidos

Quítame esta pena que en mi interior siento
con esa melodía que de entre tus labios se emite,
pues sabes que un cristal se me clava si te miento
y que un cruel pensamiento mi corazon no se lo permite
Flores deshojadas se deslizan por mi pelo
llorando amargo rocío sin tu presencia,
¡cúbreme muerte con tu oscuro velo!
o déjame lentamente fluír por su ausencia.

El gran salto mortal

Los días pasaban y no conseguia encontrarme a mi misma, buscaba y buscaba pero nadie tenia ni me daba lo que hacía tantos años había perdido, buscaba sus labios, su primer beso, pero no lo podía encontrar ya que no lo encotraba a él. La realidad llegó el día que una amiga me dijo que se había casado y yo le pregunté ¿con la que conozco? sí la misma, mi respuesta fue ....me alegro seguro que es mejor que yo. Decidí en aquel momento encerrar mis recuerdos y conservarlo hasta el fin de mis días sin que nadie me pudiera estropar la magía de mi primer amor.
Hubo una persona interesada en mi y decidí que le daría una oportunida, él me eligio y yo me dejé elegir, mi corazón no latia perome hice oidos sordos y me apliqué la frase "El roce hace el cariño" y así hasta ahora. El gran salto mortal tardaria algunos años yo lo veia lejos pero llego.
El día del enlace me bloqueé estaba en una nube todos me empujaban hasta que llegaba la hora, pero yo interiormente me decia ésta no es mi Hora y cómo siempre me resigne era incapaz de dar un paso atrás, me decia que no era quería volver a dañar a nadie que me quisiera. Cuando tuve que decir es palabra que todos esperan de un enlace "SI........" me entraron ganas de salir corriendo, se apoderó de mí la angustia y un nudo en mi garganta no me dejaba decirlo, a duras peranas me salió los ojos se llenaron de lagrimas y cerre los ojos para poder decir "sí....." supe que no era con él con quieren quería unirme, pero todo se pasaría.

Algunos años después

No tuve que eperar otros 27 años, afortunadamente, aunque cada vez era menor la esperanza de volver a encontrarla.
Insistía en ir a aquella cafetería algunos sábados por la mañana y no apartaba la vista de la calle. Mis pesquisas en los buzones no daban fruto, no encontraba ningún nombre que me diese una pista...

Una mañana me la encontré en una cafetería cerca de mi trabajo donde yo iba a desayunar con mis compañeros.
No podía creerlo cuando la vi entrar. No quise precipitarme, me puse nervioso y no quise que me notase.
Tímidamente me acerqué a ella y al saludarla quise abrazarla con todas mis fuerzas...sólo fui capaz de besarla torpemente en la mejilla pero intenté decirle, sin palabras, que me alegraba mucho de verla, que nunca había perdido la esperanza, que necesitaba estar en contacto con ella. ("Por favor, no te olvides de mi" -pensaba mientras me sonreía-)

Al decirme que estaba en un curso y que estaría unos meses por allí, me tranquilicé. Era cuestión de esperar el momento oportuno para tomar un café tranquilos y contarnos algunas cosas.

Pude verla muchos días. Yo iba siempre a la misma cafetería con mis compañeros, siempre a la misma hora, siempre buscándola como un radar. El día que no la veía volvía un poco más triste. El día que la veía volvía mucho más contento.

Así pasaron unos meses hasta que en Navidad terminó el curso y no tuve ocasión de hablar con ella. Otra vez mi torpeza y timidez me la habían jugado impidiéndome pedirle un teléfono. Siempre pensé que no tenía ninguna oportunidad, más que ser, como mucho, un amigo...pero sus ojos me decían otra cosa.

La fortuna me sonrió una mañana que me la encontré cuando fue a recoger unos papeles. ¿Era casualidad que estuviese allí?
Pensé que no podía dejar escapar esa oportunidad y la invité a café. Intenté conversar pero los nervios no me dejaban. Estaba temblando.
Por fin me atreví a pedirle el teléfono. Me lo dió. Ese día cambiaron mucha cosas, Empecé a ver un horizonte donde yo podía hablar con ella cuando quisiera, preguntarle cómo estaba, saber de sus cosas y ayudarle si podía en algo...en definitiva, táctica y estrategia para conseguir que no me olvidase.

Quien mejor que Mario Benedetti para contarlo...

Mi táctica es mirarte,
aprender como sos,
quererte como sos.

Mi táctica es hablarte y escucharte,
construir con palabras un puente indestructible.

Mi táctica es quedarme en tu recuerdo.
No sé cómo ni sé con qué pretexto,
pero quedarme en vos.

Mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos.

Mi estrategia es, en cambio,
más profunda y más simple.
Mi estrategia es que un día cualquiera,
no sé cómo ni sé con qué pretexto,
por fin me necesites.

Frases para mi duradero y eterno NOVIO

La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición.
Emil Ludwig

Cuando el amor no es locura, no es amor. (Pedro Calderón de la Barca)

¿Cual es el sueño de los que están despiertos?. La esperanza.(Carlomagno)

En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Pablo Neruda

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
Rabindranath Tagore

El amor es: el dolor de vivir lejos del ser amado. Anónimo

Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.Pablo Neruda

Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Joaquín Sabina

jueves, 30 de agosto de 2007

El destino me la trajo de nuevo...

Esa tarde mi corazón se detuvo y comenzó a latir con un ritmo distinto...estaba allí, en la óptica, con su hija.
Habían pasado 27 años sin saber nada de ella. Yo la imaginaba más gorda, deteriorada por los años, como a todos, pero no podía dar crédito a lo que estaba viendo. No había cambiado nada. La niña de 14 años de la que me enamoré estaba delante mía. Seguía tan delgada como siempre, pero su semblante era mucho más serio del que yo recordaba.

Me apresuré a leer una receta médica que llevaba en la mano para asegurarme que era ella. Una vez lo confirmé, esperé en la óptica a que saliera para intentar hablar con ella.

-"hola, ¿tú eres ...?", "no sé si te acuerdas de mi, yo soy ... de la barriada"


Al principio consigió engañarme al decirme que no se acordaba de mi, luego comprendí que era una estrategia. Enseguida leí en sus ojos que trataba de esquivar los míos, pero volvían una y otra vez a buscarme. Me miraba los labios, yo no podía apartar la vista de los suyos.


Fue un encuentro fugaz, sin tiempo para nada, sólo conseguí averiguar el nombre de su calle. No pregunté nada más, para mi era suficiente, ya averiguaría el resto.

Durante muchos días después no pude dormir, me arrepentí una y otra vez de no haberle pedido el teléfono para poder llamarla y saber de ella.
Me recorrí su calle una y otra vez entrando en los portales de todas las casa para buscar en los buzones, busqué el las guías pero nada...algunos sábados acudía a una cafetería de su calle y me sentaba tras las cristaleras a ver si la veía pasar.
En mi pecho notaba una mezcla de alegría y angustia, pero siempre con esperanza.

Confiaba que el destino, que me la había traído después de tantos años, siguiera de mi parte y me condujese de nuevo hasta ella... sólo era cuestión de tiempo ¿otros 27 años, quizás?

Luchar

Aunque mi mente diga que no
aunque corra el riesgo de lastimar al corazón.
Daré el todo por el todo
y lucharé por tu amor.

Se que lágrimas de por medio habrán
pero las sonrisas a su tiempo llegarán.
En mi corazón ya no queda confusión
tampoco temor.

Sólo la certeza de que
lucharé por tu amor.
Contra viento y marea iré
y tus labios algún día besaré.

Tu me sacaste de la jaula
donde yo residía.
Tu, el mismo que iluminas mis días.

Tu princesa.

La foto de mi novio

A este hombre
muchas noches lo he besado,
me he adueñado de su cuerpo,
y sin pausa me he bebido su calor,
sus caricias, su silencio...

Sus manos, me han llevado a un mar profundo,
y me han bañado en aguas nuevas de deseo.

Dos frondosos bosques guardan en secreto
aquellos ojos, esos ojos de miel espesa
que se pega aquí en mi pecho,
cuando a 500 kilómetros lo amo,
lo acompaño o lo recuerdo.
De pronto por allí se me esconde,
y se va lejos, muy lejos,
a sus pueblos de hombre solo,
a sus pueblos de tormento...
y yo, solo espero,
espero a que vuelva alegre,
gracioso, mío, contento,
solo espero.

Sin verlo a este hombre yo lo siento,
y cuando me duermo entre sus brazos,
me entrego a la muerte de mis sueños,
donde mi vida se queda suspendida, entregada
a la felicidad, al abandono de ese momento.

Me prendo de su alma
y allí me quedo,
meciéndome en esta vida,
esta vida mía tan llena de su vida.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Su poesía

Quiero y no quiero querer, a quién he querido, quiero;
he querido sin querer, y sin querer estoy queriendo.
Si porque te quiero, quieres que te quiera más, te quiero más que me quieres.
¿Qué más quieres?¿Quieres más?
Te quiero.

NUNCA OLVIDÉ ESTA POESÍA QUE ME HICIERON ROMPER.

Un poema, escrito con el corazón




Procuro olvidarte...


Procuro olvidarte, siguiendo la ruta de un pájaro herido.
Procuro alejarme de aquellos lugares donde nos quisimos.

Me enredo en amores sin ganas ni fuerzas por ver si te olvido.
Y llega la noche y de nuevo comprendo que te nenecito.

Procuro olvidarte haciendo en el día mil cosas distintas.
Procuro olvidarte pisando y contando las hojas caidas.

Procuro cansarme, llegar a la noche apenas sin vida
y al ver nuestra casa tan sola y callada no se lo que haría.

Lo que haría, por que estuvieras tu, porque siguieras tú conmigo.
Lo que haría, por no sentirme así, por no vivir así perdido.

Ahora, que sé que no puedo olvidarla, procuro enredarme en sus recuerdos a cada instante para calmar la ansiedad de no poder tenerla en mis brazos.
La amo con locura. Nunca imaginé que sería capaz de amar así.

Años buscando una estabilidad

Intenté buscar mi primer amor, incluso llamaba a su casa por teléfono pero no tenía el valor de preguntar por él,y cuando salia a la calle siempre llevaba los ojos abiertos por si aparecía.

Lo que sí me acuerdo que un día paseando por una calle céntrica nos cruzamos él con su novia y yo con el novio que me dejó, creí en aquél momento que todo estaba en tablas y cada uno por su lado, pero mi mente no paró de pensar en él, no podía asimilar que seguia conl a misma novia, que no lo vería más, así que tomé la decisión de encerrar mis recuerdos y empezar de nuevo.

Con todo aquel tormento de me dejaron y que todos los amigos y amigas estaban más o menos estabilizados decidí cerrar la puerta de mi corazón a cal y canto y que era el momento de sumergirme en los estudios y que eso me calmaría, bueno bueno como así fue, estudiaba, trabajaba, un día y otro, un años y otro, conocí gente nueva pero sin que se acercara el amor a mi corazón ya no quería sufrir más, lo que sí consegí es tener muchos amigos y entre ellos algunos que se interesaba mucho por mi, pero mi corazón estaba que no se inmutaba por nada ni nadie, ni con flores, ni con regalos e incluso con poemas (sólo había un poema el de MI PRIMER AMOR insustituible en los demás no había la fuerza de mi poema guardado delicadamente y que nadie lo ha leido excepto yo). Sólo quería vivir del RECUERDO DE MI PRIMER AMOR PURO, LIMPIO, SINCERO, DELICADO,AMABLE Y LLENO DE VIDA, yo no quería otro y eso lo había perdido para siempre, pero deba igual yo sabía esperar ya que me había estado resignando y complaciendo a todos desde que nací, ahora quería ESPERAR Y VIVIR DEL RECUERDO. En realidad fui haciendome mayor y mis sentimientos eran los mismos AMAR Y AMAR AL SER QUE DEJÉ ESCAPAR DEJANDO A MI CORAZÓN SÓLO Y NO SE RESIGNABA A ELLO.

Una búsqueda constante.

Conseguí reponerme gracias a mis amigos, los amigos de siempre que abandoné por ella. Solíamos ir a ver carreras de coches y de motos (mi pasión), incluso me atreví a participar en algunas con más pena que gloria.
Con un vecino, organizamos una especie de club de música y lectura en la calle Feria. Era un club social perteneciente a una Entidad Financiera de la ciudad. Me encargaron de abrir y cerrar el club y de poner la música y controlar los libros. Me dediqué a ello en cuerpo y alma. Hice de "disk-jockey", dedicaba canciones a los chicos y chicas según me iban pidiendo, ponía una y otra vez las canciones que me recordaban a ella, construí un órgano de luces,... con el tiempo, el club multiplicó por 10 los socios y se hizo irrespirable.

Recuerdo que una tarde de sábado ella vino a visitarme al club: -"Jose, ahí abajo hay dos chicas que preguntan por ti-". Me dió un vuelco el corazón, sólo podía ser ella. Se me ocurrió de pronto que si oía la canción "killing me softly..." le recordaría nuestro baile...pero no subió. De nuevo las lágrimas se apoderaron de mi y tras unos minutos de bloqueo, salí a buscarlas. Me recorrí toda la calle varias veces yendo y viniendo a su casa por si la veía. No hubo éxito. Con mi frustración a cuestas, regresé al club. Era el 26 de enero de 1975. Esa tarde, en medio de mi frustración, conocí a la que, once años después, se casaría conmigo.

Durante esos once años que duró mi relación, nunca dije que fuese mi novia. Sólo tuve una novia y ese lugar estaba reservado para ella. Recuerdo de llevarla a los mismos sitios donde iba con María (sin nombres, ella sabe quien es), buscaba en el aire su recuerdo, estaba cegado.

En la primera cita fuimos a tomar café a la misma cafetería donde iba con María, le enseñé las fotos de mis amigos...entre ella estaban las fotos de ella. "¿Quién es?" -preguntó- "Mi novia" -respondí- Mientras, sonaba la canción de Victor y Diego "La historia de un café"

Durante esos once años, mi vida fue un poco inestable sentimentalmente hablando. Sin saberlo la buscaba a ella en una sonrisa, en una mirada, en un beso...
En los primeros años, le escribí varias veces, le dejé flores en su buzón, pero no tuve señal alguna.

Cuando cumplió los 18 años, pensé que podía recuperarla, pero ya era tarde. El recuerdo de lo que yo había sufrido me impidió romper mi relación. Me sentí fracasado.
Me enamoré de la sonrisa de una compañera de facultad (era la sonrisa de María) pero resultó estar vacía. Tuve muchos altibajos sentimentales. Nunca volvería a encontrarla, lo asumí e intenté borrar su recuerdo.

Siempre me martirizaba a mi mismo por no intentar recuperarla. Tenía una espina clavada en el corazón que me hacía sangrar constantemente. Nunca pude olvidarla. Me casé pensando que quien podía estar a mi lado era ella -cuando el cura me preguntó...¿quieres por esposa a...? respondía internamente -"podía ser ella quien estuviera aquí" Era consciente de que el paso que daba me alejaba definitivamente de María. Acepté y le dije adiós a mis recuerdos.

Sé que soy injusto con mi mujer, pero he prometido no engañarme más a mi mismo. Yo quería a mi mujer cuando me casé, pero estaba enamorado de María.

Nunca más supe de María, nunca hata que que pasaron 27 años.

martes, 28 de agosto de 2007

Días malditos y un nuevo amor

Mi vida después de la ruptura cayó en picado, no quería que amaneciera, quería que la noche no terminara, no podía ver la realidad día a día, el ya no tenerlo el haber perdido a la persona que amaba.

Pero fue fuerte seguia haciendo lo mismo ir a misa sobre todo los domingos a la iglesia dónde solíamos ir y allí lo veía con su novia, no recuerdo durante cuanto tiempo me martiricé sería mucho yo no queria dejar de verlo era mi consuelo,mi esperanza pero aquello no podia seguir necesitaba olvidarlo y para ello me iba al pueblo más tiempo en Semana Santa, vacaciones, Navidades y de esa forma me alejaba, pero jamás olvidaba.

No conseguía que nadie me gustara, mi corazón era infranqueable duro como una piedra, hasta que uno de nuestros amigos del pueblo me dijo que le gustaba a otro amigo que habia roto con su novia que era mi amiga, yo le contesté que a mi no me gustaba, así pasó un par de años y el siguió insistiendo a través de mi hermana, de las amigas, me escribia pero sólo en plan de amigos. Un día se presentó en la ciudad y me llamó para ir al cine, como de costumbre no iba sóla siempre acompañada por mi hermana, prima, amigas, etc., me dijo " me gustas quieres salir conmigo" y yo le dige "saldré contigo"(en ese momento ví una gran oportunidad para olvidar lo que no podia olvidar, intentaré) ya tenia 17 años pero mis padres eran los mismos.

Puse un gran empeño en quererle en empezar de nuevo, pero la verdad lo que buscaba era aquel primer beso, aquel contacto, aquella ternura de sus manos, en definitiva lo buscaba a EL. Lo que no me imaginaba era todo el tiempo que tendría que estar sóla con un nuevo amor separado por las circunstancias a miles de kilómetros y que lo tendría que estar apoyado hasta terminar sus estudios, nos veíamos al año una diez veces todo era por carta o por teléfono la mayor parte de la relación, yo sabía que no podría durar mucho el contenido de sus cartas cada vez era mas apagado hasta que se apagarón del todo. Me lo estaba imaginando cuando terminó sus estudio también terminé yo que era su apoyo. Sus padres eran encantadores yo era la hija que no tuvieron, la verdad llegue a quererles más que a su hijo. Tanto es así que su padre habló conmigo un día y me dijo tienes que dejarlo no puedes sufrir tanto necesitas ser feliz y el no te hará feliz, yo le respondí no lo puedo dejar me tendrá que dejar él.(como así fue, sentí esa puñalada en el corazón desgarradora y comprendí el dolor que sintió MI PRIMER NOVIO CUANDO LO DEJÉ YO).

Morir en un segundo.

No podía ser verdad; o no quería creerlo.

Después de tocar el cielo, una tarde me citó para decirme que teníamos que dejarlo. No hubieron muchas explicaciones, me devolvió un anillo que le regalé (cuya imagen recuerdo como si se lo estuviese comprando ahora mismo) y sólo me dijo que "en mi casa no me dejan salir contigo, soy muy pequeña".

Recuerdo el sitio, la hora, la temperatura que hacía, la expresión de sus ojos...nunca se me borrará esa imagen. No supe reaccionar, no podía creer que me estuviesa pasando, que se me escapase de las manos esa niña, el ser más dulce que nunca conocí. El ser más dulce que, aún ahora, he conocido.

Fueron los días más amargos de mi vida. Lloraba sin consuelo, rebobinaba una y otra vez mis recuerdos tratando de buscar un motivo.
¿Qué he podido hacer? ¿Qué no he hecho?
¿Qué he dicho? ¿Qué no he dicho?


Estaba perdido en medio del mar, del mar de sus ojos, del mar de mis lágrimas.

En principio culpé a su hermana y a su prima, a la envidia de sus amigas, a algún comentario mal intencionado de algún vecino, pero aún así no entendía nada pues éste era el amor más "puro" que nunca he conocido.

Todo se deshizo en poco tiempo. Ella desapareció de la faz de la Tierra. Yo seguí yendo cada fin de semana a casa de mis abuelos con la esperanza de volver a verla, pero no lo conseguí. Hacía los deberes de clase asomado a la ventana por si la veía, afinando el oído por si escuchaba sus risas. Ahora sé que ella tampoco reía. El mundo se alió contra nosotros.

El desasosiego dió paso a la rabia y ésta al intento desesperado de olvidarla...pero no podía.

Durante meses me estuvo rondando la angustia, pasé mi primera depresión sin saberlo (sólo tenía el consuelo de una tía mía, también enamorada por aquél entonces) Me refugié en mis amigos olvidados y así pude sobrevivir.

Todos sus recuerdos, su olor, su beso, su mirada, su risa, todo, lo guardé en el cajón más profundo de mi corazón, bajo llave. Pero también guardé una semilla de esperanza que daría sus frutos con el tiempo, con mucho tiempo, 32 años después.

lunes, 27 de agosto de 2007

A la salida de clase

Esa niña tímida tenía novio y la esperaría a la hora de salida, eso era un revoloteo en toda la clase, a M.Carmen vienen a recogerla le darés el visto bueno a novio y todas se asomaban a la ventana que se veia la puerta y cuando el llegaba en la moto todas me avisaban, la profe se ponia de los nervio y yo colorada como un tomate no sabia donde meterme y deseando que sonara el timbre para encontrarme con él. No me podía imaginar mis compañeras la que me tenian guardada cuando llegue al día siguiente:¡M.Carmen ¿dónde lo has conocido, cómo lo encontrastes, hay niños guapos pero este es un bombón, vaya lo que te nias guardado...etc, etc. de burradas? _yo contesté: ha sido él el que me ha buscado, sólo os puedo decir que le AMO y le QUIERO.

Todo me duró poco al pasar unas semanas alguién le djo a mi madre que yo salia con él y fue a esperarme ella y desde ese momento me hundió enla más absoluta miseria, no me dijo nada sólo caminó conmigo hasta casa y cuando cerró la puerta me dijo: Ya no te tengo que decir nada.(Tengo de dejar de escribir estoy llorando)

Mi primera Fiesta

El día llegó yo estaba como un flan, como de costumbre mi estómago fatal sin ganas de comer todo era pensar en mi Primera Fiesta fue cómo el día de la Comunión, de los exámenes de fin de curso, no sé cómo explicarlo. Mis padres no se podian enterar y que estaba saliendo con un chico menos, el tiempo y yo estabamos aliados e intentaba estirarlo todolo que podia, tenia que estar temprano en casa y mi cara no podía expresar ni felicidad ni tristeza ¡que dificil, que sufrimiento!.

Pero llegó el día que tanto estaba deseando, no sabía si iba a bailar con él ni siquiera si le podría besar, o agarrarnos de la mano o hablar un poco sin nadie que nos mirase ni nos molestase, lo que sí pensaba es que me iria temprano y él se quedaría, ¿aguantaría mucho tiempo sabiendo que me iría para casa temprano? (no queria atarlo a mis circunstancia, pero era incapaz de hacer enfadar a mis padres), todo eran preguntas sin respuestas. Todo llegó y bailamos muy tímidamente lo que sí recuerdo fue que me agarré al cuello y el me besó era un flan, pero cerré los ojos y dejé posar sus labios en los mios ya no hubo más besos, fue el primero y el último al poco tiempo le pedí que lo dejáramos no quería hacerlo sufrir sin saber que él estaba tan enamorado de mí que hubiera comprendido todo que si yo tenía capacidad de sacrificio él tenía más, todo lo sé ahora y ya es demasiado tarde para recuperar todos los años perdido y sufridos.

Quiero que sepa que fueron sus ojos, su latir del corazón, el temblor de su cuerpo con el mio que lo podía percivir cuando apoyé mi cabeza sobre su pecho todo lo que sentia en ese momento me hubiera fundido ya que era mi primera experiencia con un chico pero mi corazón estaba lo mismo que el suyo latiendo desenfrenadamente en ese momento no me hubiera importado morirme en sus brazos, durante muchos años cuando lo recordaba me arrepentí no haber muerto en ese momento, hubiera sido la muerte más dulce en los brazos de la persona amada. Jamás volví a saborear un beso y los hubo con otros hombre pero ninguno se parecia al que saboreé en la primera fiesta con mi Primer Novio, no podría encontrarlos jasmás ya que ninguno era EL.

sábado, 25 de agosto de 2007

¿Estás contenta conmigo?

No podía ser más dichoso. Empezaba a descubrir el amor de la mano de un ser tan especial que creí estar soñando. Todo mi afán consistía en no estropear nada de lo conseguido hasta ahora.

Tras la canción de Roberta Flack bailamos otras muchas, Demis Roussos, Barry White, ... Nos sentamos para descansar de tanta emoción. Era importante cuidar la formas.

Yo, tan inseguro como siempre, en un intento de asegurarme de no haber estropeado nada le pregunté: -¿Estás contenta conmigo?- Ella, me miró y asintió con la cabeza.

El resto de la tarde se perdió en mi mente como si se la llevase la corriente de un río.
Sólo sé que no hubo más besos esa tarde.
Pronto descubriría que ya no habrían besos nunca más.

viernes, 24 de agosto de 2007

El primer beso, el único beso

Ese día iba a ser distinto, lo intuía. Una amiga común organizó una fiesta en su casa...fiesta de las de antes, claro. El tocadiscos, los refrescos, muchas ganas de bailar y...ella iba a estar allí.

No recuerdo quienes estuvieron. No sé si habían más niños. Todo se diluye en mi mente.

Me llevé algunos discos. Tenía una especie de plan, urdido a base de canciones románticas, esperando a que, si se daba la ocasión, bailásemos juntos.

La tarde empezó como una espiral de sensaciones sin fin. Los nervios de la preparación, la incertidumbre de si ella iría a la fiesta o no, la duda de si querría bailar conmigo...Al pronto la vi. Venía, como siempre, cargada de amigas. Daba igual, sólo existía ella. El corazón iba tan rápido que me estaban entrando mareos. Las sensaciones crecían y crecían sin darme tregua al descanso.

Al llegar me dedicó una sonrisa (esa sonrisa de ángel) Ya no cabía en mi. Estaba sucediendo todo como lo había deseado. Sólo quería que empezara el baile y me dejasen poner mis discos...Pero no, empezaron a sonar canciones de los 70, el dúo dinámico, alguna que otra "modernidad" extranjera que alguien llevaba...

Al fin, después de varias canciones, algún refresco y nada de comer (se me había cerrado el estómago) conseguí poner mi música...

"Lovin' you" (Amándote) sonó primero. Empezamos a bailar. No parecía inmutarse mucho, pero yo me sentía desplomar. Como decía al principio, las sensaciones crecían a un ritmo que no podía controlar. Guardando las distancias siempre, como adolescentes bien educados y pudorosos, pude sentir el contacto de su diminuto cuerpo. El roce de su ropa con la mía, el olor de su pelo, el tacto de su piel...
Cuando creí que ya no podría extasiarme más, soltó sus brazos de mi cintura y se colgó de mi cuello. Sonaba "Killing me softly whith his song" de Roberta Flack, nunca lo olvidaré.

Sus pasos menudos conducían mis sentidos por donde nunca nadie lo había hecho. De vez en cuando levantaba la mirada y me sonreía. En una de esas ocasiones, sus ojos se clavaron en los míos y sentí un escalofrío que me recorrió el alma. No lo pensé. Mis labios se fundieron con los suyos y el mundo desapareció.

El beso, el primer beso que di a una mujer, quedó marcado en mi mente y mi corazón para siempre. Sus labios, pequeños, estaban llenos de dulzura. Eran tibios, tiernos.

Hoy tengo que confesar que jamás hubo un beso igual. Sí, he besado a otras mujeres, claro. Pero ese beso tenía algo. Ese beso dejó en mi una semilla que, sin saberlo, germinaría con el paso de los años.

Hoy, muero por volver a besarla...

La conquista con una risa


En realidad era una niña (ahora que veo el comportamiento de los adolescentes con tanta libertad y unos padres permisivos)llena de miedos, de recomendaciones constantes por parte de mi madre, que veía en los niños algo prohibido, como si todo fuera pecaminoso. Por aquel entonce las madres no eran cómo ahora que notamos lo más mínimo en nuestros hijos, sabemos si estan tristes, alegres, si están enamorados o nó, enfadados e intrntamos hablar con ellos ser sus amigos más que padres, hay veces que se consigue y otras no, pero mis padres eran demasiado dictatoriales y yo como hija responsable me lo tomaa todo al pie de la letra (así me salio mal mi primer amor, entre mis celos y mis padres)JAMÁS QUISE QUE ÉL SUFRIERA SIEMPRE QUISE QUE FUERA EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO Y YO NO ME VEIA CAPAZ CON TODOS LO PESOS QUE LOS DEMÁS ME PONÍAN ENCIMA. Hoy por hoy me arrepiento de no haber tenido la valentia de luchar por ÉL.Bueno mejor dicho me he estado arrepintiendo durante 32 años.

Tanto es así que estando locamente enamorada de mi primer amor fue complicadísimo el primer encuentro, siempre rodeada de amigas que no quería que notasen quiénme gustaba y no se lo quería decir no fuese que a ellas también le gustará, én silencio sufría el no poder expresar mis sentimientos, estaba deseando terminar los deberes y que llegara el fin de semana para poder verlo cuando iba a casa de sus abuelos con su bici y años años despuén con su moto. Me encantaba verlo en la acera arreglandola, limpiandola, me hubiera pasado las horas muertas mirandolo, me conformaba con tan poco que con sólo saber que estaba allí me consolaba. Mi corazón estaba desenfrenado latia a gran velocidad, tanto es así que cuando llegaba a casa me tenía que tomar una tila, no comia, era muy flacucha, y jamás pensé que él se fijara en mi, todas mis amigas estaban loquitas por sus huesos, asi que yo calladita no decia todo lo que gustaba ya que había muchas envidias y yo no quería enfadarme con nadie no era mi estilo, quería pasar desapercibida y a la vez que se notara que estaba allí, así que usaba un arma infalible que sólo yo tenía "MI RISA" siempre supe que había alguién que le gustaría ese era mi reclamo.Ahora con el paso del tiempo sé que para él mi risa si fue mi reclamo.

Siempre me recreaba en su cara, yo misma me decia por qué me gustaba ver cada detalle, ahora lo sé me la quería tatuar para no olvidarla con el paso de los años. También en todos los años que no lo ví me acordaba de sus pantalones, sus zapatos (botas), pero lo que núnca pude borrar fue su primer beso-mi primer beso, lo había dado a la persona que deseaba, queria, amaba, siempre fue el BESO ETERNO Y DURADERO, el que siempre esperé recuperar y soñaba, hoy por hoy SIEMPRE QUE NOS VEMOS LE DOY EL PRIMER BESO Y RECIBO SU PRIMER BESO ME HACE SENTIME FELIZ Y AFORTUNADA.

jueves, 23 de agosto de 2007

La magia de cada encuentro.

Cada cita, cada paseo, empezaba mi vida y volvía a acabar.
No tenía posibilidad alguna de pasar un rato a solas. Siempre iba rodeada de amigas. Pero era la única forma de estar con ella.

Ahora, los chavales de 15 años piensan en otras cosas; tras la primera cita, raro es que no haya un... llamemoslé acercamiento íntimo, por no dar más detalles.
Algunos de mis amigos preguntaban si ya la había besado... ¿Besarla? ¿Cómo podía arriesgarme a que se enfadase conmigo y perderla? No es que no quisiera, al revés, soñaba con besarla, con cogerle la mano, con tocar su pelo. Es curioso, lo mismo que me pasa ahora...Por un beso suyo, ¡¡¡qué daría por un beso!!!

"Yo también"

Corrían días de "vino y rosas". Nunca había visto la vida del mismo modo. Todo tenía un color intenso.

Me afanaba por tener tiempo libre por si ella aparecía por el barrio y podíamos vernos. Pronto empezamos a pasear por los alrededores y, aunque siempre íbamos rodeados de amigas de ella y su hermana y su prima, a mi no me importaba en absoluto. Lo importante era que estaba con ella.

Entre charlas y risas, los paseos me parecían cortísimos. Ellas debían estar pronto en casa, eran muy niñas para estar por ahí solas...

En mi crecía cada vez más la necesidad de contarle que me gustaba y, ayudado por una buena amiga, conseguí una cita a solas: "-dile que quiero hablar con ella, que tengo que decirle una cosa...-"

No tenía muy claro qué iba a decirle: Que la quería, que me gustaba, que quería ser su novio, que quería salir con ella...

No tenía frases para nada de eso, no había pasado por ese trago nunca en mi vida. Sí que tenía otras amigas, vecinas, etc...pero, de nuevo, el corazón era el que controlaba todo mi ser. Latía apresurado cuando la veía y bombeaba con tal intensidad que parecía que se me iba a salir por la garganta.

Conseguí la cita deseada. Aún puedo imaginarla esperándome en la esquina de la casa de mi abuela. Todas las amigas desaparecieron. Era la hora de decirle lo que sentía...Las palabras se me amontonaban en la mente, no era capaz de mirarle a los ojos, el calor me subía por las mejillas y los labios estaban secos como el esparto.

Cuando pudimos cruzarnos las miradas las palabras salieron solas: "Me gustas -le dije-" "Yo también -me respondió-"

Al instante entendí que había metido la pata, que quería decir una cosa y dije otra. Que ella esperaba que le dijese "Te quiero"...No puedo describir lo que pasó por mi cuerpo y mi mente en esos escasos segundos. Quería salir corriendo a morirme en un rincón pero, a la vez, quería cogerle la mano y darle un beso (en la mejilla, por supuesto)

La única idea que ahora había en mi mente era: Ya es mía, me ha dicho que sí, piensa y siente como yo...es mi novia.

Mimame te regalaré mi vida


MIMAME
Sigue mimándome, pues tú eres la fuente de mi único placer. Sigue regalándome tus encantos, tus sentimientos y tu dulzura.
Tus besos y tus caricias son mi alimento, tus mimos mi aire para vivir.
Gracias por mimarme, por hacerme sentir así. Gracias por estar ahí y dejarme hacerte feliz.

Regalarte mi vida
Quiero regalarte mi vida, darte mis segundos, entregarte mis sentimientos y compartir mi ser contigo.
Quiero que siempre estemos juntos, que no nos faltemos ni un instante. Deseo soñar con darte la mano para siempre.
Quiero que sepas que amarte es sentir, que quererte es abrazar la vida y que tenerte es respirar.
Quiero que comprendas que te amo, que te pido que nunca me abandones. Quiero darte lo que tengo y quiero entregarte mi amor.

Contigo mis problemas serán risas, y mis tristezas serán alegrías. Me secarás mis lágrimas y abrazarás mis melancolías.
Porque me quieres, porque te quiero, porque te amo, porque me ayuda. TE AMARÉ ETERNAMENTE.

SE LO DIRÉ ASÍ


Serás mi amor por siempre, el destino tejió nuestros caminos en un encuentro, mientras en una agenda escrita, cargada de años, hace tan lento mi andar hasta tus brazos.

Diré que te amo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado calendario.

¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en ti quiero.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Mariposas en el estómago

A partir de ese día, el aire se volvió distinto. Podía oler las flores de los jardines, notaba el rocío de la mañana, me maravillaba el titilar de las estrellas en la noche. ¿Estaban allí antes?

La esperaba cada día con nerviosismo. Las mariposas no paraban de revolotear en mi estómago cuando la veía acercarse calle arriba. Siempre iba rodeada de amigas, pero sólo la veía a ella. Todo se volvía radiante, como su sonrisa. Sólo esperaba una cosa...que me volviese a mirar.

Era el ser más delicado que había conocido. Parecía tan frágil que por nada del mundo me hubiese atrevido a hacer o decir algo que la pudiese molestar. A partir de entonces pensé que mis días sólo tendrían sentido si los vivía por ella.

La primera en darse cuenta fue mi tía. Me miraba en casa y se reía de mi; quizás de la cara de tonto que tenía. Un día me preguntó que si me gustaba esa "chiquilla", la pequeñita de ojos azules...no tuve que contestarle, lo hicieron los colores de mi cara.

Ahora venía el gran dilema...¿cómo decirle a esa niña que me gustaba? ¡D-os, tienes que ayudarme!


No pasó mucho tiempo...

No pasó mucho tiempo (afortunadamente) hasta que volví a verla. Mejor dicho, hasta que volví a oírla.

Una tarde, mientras merendaba en el jardín de mis abuelos, oí un barullo de niñas que hablaban y reían. Pude distinguir la voz de algunas niñas del barrio, pero el corazón me dio un vuelco cuando escuché una risa que no tenía equívoco. Por entonces no lo sabía, ahora sí: El corazón nunca me ha engañado.

Bueno, a lo que iba, me asomé tímidamente a la calle y allí estaba, con sus amigas, paseando, riendo. Me metí dentro corriendo...no estaba "arreglado", pero tardé menos de cinco minutos en salir con mi bicicleta a dar vueltas por allí. Me invadió una sensación de tranquilidad parecida a la que te ocurre cuando te dan las notas de los exámenes y estás aprobado (debía ser época de exámenes porque ese fue el pensamiento que tuve)

Ella formaba parte de un círculo de amigas que eran, a su vez, amigas de mis amigos y amigas del barrio. No tardé en dejar a un lado a mi "preciosa bicicleta", ahora tocaba pasear por el barrio y jugar a los juegos de todos los niños (los adolescentes de entonces eran bastante más "infantiles" que los de ahora).

Recuerdo perfectamente una tarde que jugábamos al "corta hilo". Era un juego sencillo, aunque agotador. Consistía en correr tras un chico o chica hasta que otro, para salvarle, se cruzaba por delante (cortaba el hilo ficticio que unía perseguido y perseguidor) Ella se cruzó para salvar a su amiga y volvió a ocurrir...me quedé bloqueado como al que le quitan los fusibles.

No fue la única vez que jugamos. Yo intentaba acercarme a su grupo de amigas a costa de separarme de mis amigos del barrio. Pronto apareció la envidia y el recelo de ellos por apartarme de sus actividades y acercarme a ellas. Por aquél entonces no estaba bien visto, ahora es distinto.

Cada vez era mayor el tiempo que intentaba pasar cerca de ella. A veces, desde que veía a sus amigas hasta que ella se marchaba a casa. Siempre iba rodeada de amigas y su hermana y su prima. Parecía buena amiga de sus amigas y eso me gustaba también. Su forma de andar era diferente, se movía como una gacela. Sus vestidos eran diferentes, coquetos, pero recatados. Para mi era un poco inaccesible pero no me importaba. Sólo con poder verla y oírla era suficiente.

Cuando lo comentaba con mis amigos, todos opinaban lo mismo...me decían que me estaba volviendo afeminado de tanto juntarme con niñas. Creo que era la envidia. Pronto, ellos también empezaron a acercarse a las niñas, pero tenían otros "gustos"...los pechos y las curvas incipientes de una de ellas, las meriendas en casa de otra (que solía subir y bajar las escaleras con "ropita ligera"), eran su objetivo principal. No entendían mis gustos pero a mi me daba igual, mejor para mi, así no se fijarían en esa niña que me tenía embelesado. Yo tampoco los entendía. No podía comprender por qué no se fijaban en sus preciosos ojos, entre azules y grises, en su forma de reírse...

Una de esas tardes de juegos, charlas y risas, vino a buscarla su prima, la esperaban en casa, estaba anocheciendo. Al despedirse de todos, su mirada se detuvo en mi. Sentí algo especial. Sus ojos estaban diciéndome cosas en un lenguaje que no entendía muy bien, pero que me gustaba mucho. Parpadeaba de forma presumida y tímida a la vez. Me sonrió de una manera que no había visto sonreírle a los demás. ¡Qué noche pasé! No cené. Me acosté pronto pero no dormí nada en absoluto. Era maravilloso que se fijase en mi. No quise hacerme ilusiones por si acaso, sólo quería que el tiempo pasara pronto para volver a verla.

martes, 21 de agosto de 2007

Esta historia empezó más o menos así...

Desde bien pequeño solía pasar algún que otro fin de semana en casa de mis abuelos. Ya con 15 años iba y venía de mi casa a la suya en mi flamante bicicleta. Me dedicaba a recorrer la ciudad desde bien temprano (siempre me gustó madrugar) y cuando estaba muy cansado, recalaba en casa de lo "yayos". En su jardín me dedicaba a poner a punto la bici, limpiarla y ponerla "guapa" para presumir un poco. Mi mundo era, básicamente, estudiar, estudiar y estudiar. Pero los fines de semana eran para mi.

Un sábado cualquiera, mi abuela me pidió que le hiciera unos recados al supermercado del barrio (Un buen nieto nunca le dice que no a su abuela) así que me fui al súper. Cogí lo que me encargó y me apresuré a irme a la cola de la caja a pagar. Y allí estaba ella...

Recuerdo sus pantaloncitos cortos de cuadritos, con vuelta. Era menudita, con ojos claros y una sonrisa que llenaba todo el local. Iba acompañada de otra niña, pero no alcancé a saber quien era. Me quedé atrapado en sus ojos y su sonrisa. Ella debía tener 13 ó 14 años (pensé), yo tenía 15. Salieron rápidas del supermercado y no supe donde se dirigían. No era del barrio, eso seguro, si no ya la habría visto alguna vez.

Todo quedó ahí. Me pasé días pensando en ella. Su imagen volvía a mi como por arte de magia. Los días se me hacían eternos esperando el fin de semana próximo. Nunca hice tantos mandados a mi abuela "¿Yaya, no hay que traer nada del súper?" "No, Nene, no, si acabas de venir hace un minuto..."

No supe su nombre, ni su domicilio. Pregunté a los amigos del barrio y no tenían ni idea. Pero esa imagen quedó grabada para siempre en mi mente.

Jamás había notado ese estremecimiento en mi cuerpo. Me hervía la sangre pero yo estaba helado. Me sudaban las manos y me temblaban las piernas. No sabía qué me estaba pasando.

Ahora lo sé: me acababa de enamorar.


Al novio que quise hacer feliz

Sólo tenía 14 años ahora he saltado la barrera de los 45, pero por aquél tiempo me había enamodado hasta la médula del que fué mi primer novio. Eran tales mis celos, mi sufrimiento por querer que esa persona sólo fuese mia, que tan sólo llevabamos saliendo unos meses se apoderó de mi corazón una fuerte angustia, y creí que no podría hacer feliz a la persona que amaba tanto, que le podía causar mucho daño con mis celos y decidí romper con él. No puedo hablar de horas amargas después de la ruptura porque fueron semanas, meses, años sin entontar lo perdido, lo deseado, de saber que mi corazón seguia latiendo SÓLO POR ÉL.
Ahora por causas de no sé qué destino nos volvimos a encontrar después de casi 32 años
y sigue siendo mi primero novio. Sigo estando tan ENAMORADA DE EL COMO CUANDO TENIA 14 AÑOS, LE AMO CON LOCURA.

lunes, 20 de agosto de 2007

¿Por dónde empezar?

Sin nombres, sin datos, desde el más puro anonimato. Para ella, la dueña de mi corazón desde que tenía 13 añitos (y yo 15).
Ahora, con casi 50 años a mis espaldas, aún vivo enamorado de la misma mujer.
Tengo la necesidad de gritárselo al mundo y no he encontrado ninguna otra manera que desde aquí, desde este blog en internet, donde iré desahogando mis penas por no poder tenerla.
Para ti, desde lo más profundo de mi corazón...(ese corazón que sólo tú eres capaz de llenar)
TE AMO