jueves, 3 de enero de 2008

Regreso al futuro

Hoy he visitado el que yo pensé que era su pueblo.

Siempre pensé que Ella era de allí, hasta que me comentó que no, que sólo iba de "acompañante".


Por aquella carretera he pasado cientos de veces cuando iba a un cliente y, cada vez que pasaba, mi pensamiento era el mismo..."dónde estará", "qué será de Ella"

Siempre pasaba de largo, pero siempre me decía a mí mismo que algún día entraría y daría una vuelta.

Hoy he entrado y desde el primer momento me invadió una sensación muy extraña, como de familiaridad, de haber estado allí. Pensé que serían las ganas que siempre he tenido de ir, pensando que Ella era de allí y que quizás podría encontrármela...vaya tontería!


Pero he podido verla, hablar con Ella e incluso nos atrevimos a besarnos en un supermercado cercano.

No podía creermelo. Mi cuerpo no paraba de mandarme mensajes, deseaba abrazarla y no soltarla. Era una mezcla de deseo y miedo, de ternura e impotencia.


Llegó la hora de irme y me indicó una zona para tomar fotos...una plaza donde lavaban la ropa antiguamente.

Fui a verla y echar alguna foto y no sé qué me pasó. Por un momento empecé a temblar y sudar, me faltaba el aire. Tuve que sentarme unos segundos en el lavadero mientras disimulaba como si hiciera una foto.

No sé explicarlo, pero los breves segundos esos en los que me encontré mal, podía verla saltar a la comba con otras niñas mientras chillaba y reía.

Tuve la sensación de haber estado allí antes.


Quizás fuesen mis deseos de haber estado allí alguna vez, de niños, viéndola correr y saltar y reir y chillar, clavándole mis ojos en su cuerpo pequeño mientras le juraba amor eterno.

El mismo amor que aún hoy siento por Ella, pero multiplicado por cada uno de los días que nos separaron.