domingo, 20 de julio de 2008

2 palabras

Un mensaje, el susurro de tu voz en el contestador, son suficientes para saber que estás ahí, a mi lado, en la lejanía del espacio pero en la cercanía de mis sentimientos.

Hoy estoy como el día, gris. Sólo el timbre de tu voz me ha dado un poco de alegría para continuar hasta mañana.

No quiero pensar en este verano. Cada vez se torna más pesada la ausencia de tus besos y tus caricias, tus palabras, tu mirada, tu amor palpable. Sí, palpable.

Me hiciste una pregunta que no pude contestarte del todo, pero ahora que tengo un rato, quiero que sepas que hubo un tiempo en el que confiaba que mi manera de ser iba a ser correspondida.

El tiempo tornó esa esperanza en decepción. Yo sabía que era capaz de amar más y amar de otra forma. Pero poco a poco tuve que aprender a reprimir mi forma de ser.

Sé que entiendes lo doloroso que puede ser no poder dar lo que uno guarda y no recibir el reflejo del amor que uno entrega.

Soy como tú me ves. Me comporto contigo como soy, con naturalidad, con entrega, sin miedo, sin esfuerzo. Por un motivo: porque todo lo que doy lo recibo multiplicado y eso me gusta.

Muchas veces pensé que era yo quien no daba lo suficiente porque me reprimía, porque no estaba con la persona adecuada. Quizás mi corazón era quien creaba ese muro entre dos personas.
Convivir, sí. Sé convivir, tengo calma, paciencia. Cariño es una cosa, amor es otra.
Estar enamorado, sólo se puede estar de una persona.
Yo lo estuve hace años y pensé que todo tenía arreglo en esta vida y me esforcé por hacer de mi matrimonio un remanso de paz; de mi casa, mi hogar; de mi vida, algo de lo que pudiera sentirme orgulloso y me llenase cada día.

Pero no funcionan así las cosas.

Carí, me acabas de llamar para decirme "te quiero". Es como si adivinases mi estado de ánimo. Lo necesitaba. Creo que voy a romper a llorar si sigo escribiendo. Te echo de menos, pero debo ser fuerte.

También mi pregunta fué como un disparo. Lo sé. Siento si te herí de algún modo. Perdonamé.
Necesito hablar muchas veces. Mi corazón necesita paz y a veces se vuelve inquieto preguntándome. Hay preguntas incómodas y tengo miedo de las respuestas. También tengo celos. Es porque te quiero con el alma. Nunca he querido así. Ni aún cuando te conocí pensé que fuese capaz de amarte con tanto fuerza, pasión y dulzura a la vez.

Bueno, debo irme. Gracias mi amor por todo lo que me das.

TE QUIERO