Cariño, me pasa una y otra vez.No puedo dar crédito a que esté a mi lado la niña que me robó el corazón hace tantísimos años y me pregunto el por qué de ese milagro.
Te miro una y otra vez y me detengo en cada centímetro de tu rostro como si le preguntase, con cada mirada, si es verdad o es un sueño. No sólo que estés a mi lado, sino que me ames y lo hagas como a mi me hubiese gustado que me amase una mujer, como tú lo haces.
Te miro a los ojos y siempre me viene a la memoria tu miradade ángel en la esquina de mi abuela esperando oir aquellas palabras torpes de mi boca.
Te miro los labios y revivo aquellos momentos en que sólo pensaba en el primer beso pero no me atrevía por no romper el encanto, la belleza, la pureza de esa sonrisa de 13 añitos.
Y luego te escucho hablar y reir y todo se tiñe de una mezcla de nostalgia, alegría y agradecimiento por hacerme tan dichoso.
Tendrás que perdonar algunos ataques de celos tontos que tengo, es mi forma de quererte; nunca he querido tanto y por eso no sé cómo controlar lo que me está pasando últimamente...hay tantas y tantas sensaciones nuevas en mi que me desbordan por todos lados. Pero tampoco me arrepiento porque salen desde mis sentimientos más puros.
Podría estar horas (quizás toda la vida) diciéndote lo que siento, lo que pienso, lo que te necesito y te quiero. Creo que no acabaría nunca de besarte, de mirarte, de pasear mis manos por tu piel, de oir tu voz y tu risa.
Como tú has dicho, no pienso dejarte. Ya puede pasar lo que pase, incluso que me pidas que te deje...no lo haré jamás, aunque sea desde mis más íntimos sentimientos y pensamientos, aunque nunca jamás me permitas volver a verte o hablarte, NUNCA, lo juro por D-os, que NUNCA te dejaré...Te llevo en mi corazón tatuado y antes de dejarte, me lo arranco.
Hoy me has dicho algo muy bonito cuando te he pedido que me cuides...que llevabas cuidandome muchos años.
Es cierto, no lo había pensado. ¡¡¡Gracias mi amor!!!.
También yo quise que nunca me olvidase de ti. Te lo dije el sábado que cuando vi la película "Sin Reservas" me sobrecogió el pensamiento de la niña que tenía miedo a olvidar a su madre. También tuve miedo de olvidarte, pero se me quitó cuando te vi en la óptica. Entonces supe que después de 27 años no te había olvidado.
Necesito de ti.
TE AMO
