martes, 30 de octubre de 2007

Tonterías mías

A veces, decimos o pensamos "tonterías" con la única finalidad de convencernos a nosotros mismos de una historia, de un hecho o de una posibilidad.
Pero, como siempre, la realidad nos tiene agarrados por los tobillos y no nos permite que iniciemos ese vuelo fantástico acompañando a nuestra imaginación.
Y aquí viene la gracia de esta historia...precisamente la imaginación, los sueños y nuestros deseos, aunque sean disfrazados de palabras y pensamientos vanales, son los que nos permiten vivir con la pesada carga que llevamos.

¿Cómo si no, decidimos continuar nuestro camino sabiendo que quien nos acompaña no es la persona que deseamos?

¿Cómo somos capaces de convivir y de mantener las apariencias de la convivencia cotidiana, sin salir a correr y perdernos en el horizonte?

Sólo hay una respuesta: soñar.

Por eso sueño con volver a ver a ese ser maravilloso que llena mis días, mis pensamientos, mis deseos.
Y sueño que me acaricia con la mirada, que desea mi presencia como yo la de ella, que necesita de mi como yo la necesito, y que soy capaz de llenarla de vida tanto que se olvide de lo cotidiano y pueda volver a vivir de sueños y recuerdos hasta que el caprichoso destino tenga la oportunidad de volvernos a juntar.

Estas son mis tonterías, que yo digo; las que me permiten ver el día lleno de luz, aún con la más espesa tormenta; las que me mantienen la sonrisa cuando a los demás se les cae.

Siempre pienso, cuando veo a otras personas tan tristes (yo los llamo "los poca-pena") que si los besara unos labios como los de ella, seguro que volverían a sonreir. Y entonces soy yo el que sonríe de oreja a oreja, dejándolos a todos atrás, chorreándoles sus penas.

Bueno, son sólo divagaciones.

Es que hoy (gracias mia mor!, sí, no me he equivocado, es mia mor), como tantas otras veces, ella me ha vuelto a llenar de vida y de ansias por estar por siempre a su lado, aunque sé que eso son tonterías mías.