jueves, 23 de agosto de 2007

La magia de cada encuentro.

Cada cita, cada paseo, empezaba mi vida y volvía a acabar.
No tenía posibilidad alguna de pasar un rato a solas. Siempre iba rodeada de amigas. Pero era la única forma de estar con ella.

Ahora, los chavales de 15 años piensan en otras cosas; tras la primera cita, raro es que no haya un... llamemoslé acercamiento íntimo, por no dar más detalles.
Algunos de mis amigos preguntaban si ya la había besado... ¿Besarla? ¿Cómo podía arriesgarme a que se enfadase conmigo y perderla? No es que no quisiera, al revés, soñaba con besarla, con cogerle la mano, con tocar su pelo. Es curioso, lo mismo que me pasa ahora...Por un beso suyo, ¡¡¡qué daría por un beso!!!