Tus aromas me embriagan
hasta perder la consciencia.
Te deslizas en mi sentidos,
me arrebatas la prudencia,
me seduces los deseos,
me impones tu penitencia.
Y tus besos, ay tus besos!!!
que me templan las armas hasta lograr su potencia,
para luchar en batallas donde nunca tuve presencia.
Y cuando al final de la lucha,
caigo rendido a tus piernas,
nuevamente me levantas
con tu mirada tierna.
Te quiero porque me quieres;
me quieres porque lo sabes,
que en esta vida y mil más,
no habrá otra mujer igual
que camine en mis andares.
Pero te quiero porque no quieres
que deje de querer tu vida,
y cuantas veces me pierdas
volveré a encontrar la senda
que me acerque a tu guarida.
TE AMO